El jueves inicie mis clases en un posgrado sobre asuntos electorales y, en la presentación de mi modalidad pedagógica, lo que denomino términos del contrato docente-alumno, no solo manifesté que mi condición de abogado determina una aproximación científica y una lógica expositiva particular, sino conté mi origen y trayectoria política, lo que juzgué indispensable por una cuestión de honestidad intelectual.
De la misma manera. al iniciar un blog, esto es compartir en forma universal e indeterminada mi pensamiento respecto de algunas cosas sin pretender otra cosa que compartir, debo decir quien soy y en lo que creo.
Abogado de profesión; docente por elección; politico por vocación, milité en la U.C.R. desde el 82 hasta el 2003; aunque sigo siendo afiliado pero no tengo actividad partidaria; ejerzo desde el año 2001 un cargo público que me mantiene en la actividad política no partidaria y en el que expreso mi compromiso con las principales políticas del Gobierno.
Creo en la democracia como metodo por el cual las mayorías se expresan y determinan el rumbo de la sociedad.
Creo en la República como forma de organización en la que los derechos de todos son respetados y el poder se organiza de manera que todos puedan competir efectivamente por detentarlo.
Creo en que los responsables politicos deben defender a ultranza su visión y los intereses que representan, y que las decisiones deben ser fruto de la convicción y de los mecanismos constitucionales para adoptarlas.
Creo en la razón crítica, esto es, la confrontación intelectual con la interpretación establecida y la visión tradicional de las cosas, lo que incluye la propia visión de las cosas.
Creo en que los logros colectivos son mas importantes y estables que las victorias individuales, que sentir es mas importante que entender, y que ponerse "en el lugar del otro" muchas veces es una expresión hipócrita.
Creo en la razón, solo cuando la razón comprende valores, intereses y sentimientos.
Creo en la libertad y la igualdad, juntas no separadas.
Creo en el valor infinito de la persona humana y en el relativo de las cosas.
Creo en la palabra, cuando la palabra resuelve, define y conforta, no cuando posterga, esconde e impone resignación.
Creo en lo que hago. No hago lo que no creo.
Creo de creer, pero tambien de crear.
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