domingo, 26 de septiembre de 2010

Desde donde opino

El jueves inicie mis clases en un posgrado sobre asuntos electorales y, en la presentación de mi modalidad pedagógica, lo que denomino términos del contrato docente-alumno, no solo manifesté que mi condición de abogado determina una aproximación científica y una lógica expositiva particular, sino conté mi origen y trayectoria política, lo que juzgué indispensable por una cuestión de honestidad intelectual.

De la misma manera. al iniciar un blog, esto es compartir en forma universal e indeterminada mi pensamiento respecto de algunas cosas sin pretender otra cosa que compartir, debo decir quien soy y en lo que creo.

Abogado de profesión; docente por elección; politico por vocación, milité en la U.C.R. desde el 82 hasta el 2003; aunque sigo siendo afiliado pero no tengo actividad partidaria; ejerzo desde el año 2001 un cargo público que me mantiene en la actividad política no partidaria y en el que expreso mi compromiso con las principales políticas del Gobierno.

Creo en la democracia como metodo por el cual las mayorías se expresan y determinan el rumbo de la sociedad.

Creo en la República como forma de organización en la que los derechos de todos son respetados y el poder se organiza de manera que todos puedan competir efectivamente por detentarlo.

Creo en que los responsables politicos deben defender a ultranza su visión y los intereses que representan, y que las decisiones deben ser fruto de la convicción y de los mecanismos constitucionales para adoptarlas.

Creo en la razón crítica, esto es, la confrontación intelectual con la interpretación establecida y la visión tradicional de las cosas, lo que incluye la propia visión de las cosas.

Creo en que los logros colectivos son mas importantes y estables que las victorias individuales, que sentir es mas importante que entender, y que ponerse "en el lugar del otro" muchas veces es una expresión hipócrita.

Creo en la razón, solo cuando la razón comprende valores, intereses y sentimientos.

Creo en la libertad y la igualdad, juntas no separadas.

Creo en el valor infinito de la persona humana y en el relativo de las cosas.

Creo en la palabra, cuando la palabra resuelve, define y conforta, no cuando posterga, esconde e impone resignación.

Creo en lo que hago. No hago lo que no creo.

Creo de creer, pero tambien de crear.

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